miércoles, 7 de noviembre de 2007

Ante Gotovina, artífice de la independencia croata.

Héroe y villano para unos y otros, se enfrenta a la mas que probable cadena perpetua.

En noviembre de 2005 la Policía Nacional de Las Palmas de Gran Canaria investigaba el paradero de los miembros de una banda de albano kosovares que habían cometido diversos robos en almacenes y empresas de la zona. La búsqueda se extendía por los hoteles y los agentes comprobaban periódicamente los pasaportes de Europa del este. Durante un chequeo rutinario se percataron de que la foto del pasaporte fotocopiado que un hotel les había enviado coincidía con la de uno de los fugitivos mas buscados por INTERPOL.


Tras localizarlo, fue sometido a una estrecha vigilancia siguiendo todos sus movimientos y averiguando la identidad de las personas con las que mantenía contacto, hasta que finalmente se dio la orden para su detención. El mandato de arresto fue precedido de un férreo control en las inmediaciones del hotel ante la posibilidad de que el prófugo y su acompañante estuvieran armados. Las contramedidas de seguridad, con agentes apostados en la calle y en vehículos camuflados, se diseñaron para abortar una posible huida.

Finalmente, fueron dos policías de paisano los que se acercaron a la mesa del restaurante del Hotel Bitácora en la Playa de las Américas, donde cenaba en compañía de su guardaespaldas. Los agentes les enseñaron sus placas y los detuvieron sin que ofrecieran resistencia, siendo trasladados a la Comisaría Sur de Tenerife, en cuyos calabozos pasaron la noche.

La Policía Nacional había dado con uno de los tres hombres mas buscados de Europa. Criminal de guerra para La Haya, héroe nacional para muchos de sus compatritotas, el fugado, que había sido hasta ahora el principal escollo para la adhesión de Croacia a la Unión Europea, había sido capturado.



Ante Gotovina, de 49 años, llevaba en paradero desconocido desde 2001, cuando fue acusado como jefe de las fuerzas croatas de: "planificar, instigar y ordenar entre julio y noviembre de 1995, deportaciones, asesinatos, desplazamientos, persecución de personas, saqueo y destrucción de bienes públicos y privados, destrucción de ciudades, pueblos y aldeas, sin motivo".



La autoproclamada República Serbia de Krajina en rojo


Ante Gotovina dirigió la 'Operación Tormenta', en la que Croacia recuperó la región de la Krajina, que había pasado a manos serbias. En tres días implantó el terror indiscriminado por donde pasaba con sus tropas (el Tribunal Internacional le acusa de ordenar y participar en el asesinato en masa de 150 civiles sólo durante esta operación), al mismo tiempo que preparaba corredores de escape para forzar que las poblaciones asediadas, aterrorizadas por sus métodos, salieran huyendo hacia Serbia abandonando hogares, propiedades y haciendas, que fueron saqueados y quemados. Desde entonces a los serbios se les ha impedido volver por cualquier medio. Bien fuera a través de una variedad de ardides burocráticos, bien tratando brutalmente o asesinando a los pocos que quedaron.


Vida de película de acción.

Ante Gotovina, hijo de un pescador, nació el 12 de octubre de 1955 en la isla adriática de Pašman, cerca de Zadar.

Con 16 años abandonó su casa para trabajar como marinero. Con 18 años, escapó de Yugoslavia para unirse a la Legión Extranjera de Francia bajo el pseudónimo de Ivan Grabovac.

Se hizo miembro del regimiento de paracaidistas y después de su formación en Pau se unió a la Élite de Comandos de Acción que actuaban en África. Durante esos años conoció a sus “hermanos de armas”, Dominique Erulin y su hermano Philippe, famoso por sus “técnicas” de interrogatorio durante la guerra de independencia de Argelia (1954-62).

Gotovina participó en operaciones en Yibuti, Kolwzi, en Zaire y en Costa de Marfil y se convirtió en el conductor del Coronel Erulin. Después de cinco años de servicio abandonó la Legión con el cargo de caporal chef y obtuvo la nacionalidad francesa en 1979.

Durante los 80 Gotovina trabajó en una serie de agencias de seguridad, incluyendo KO Internacional, que es una filial de VHP Security. Esta compañía fue conocida por ser una tapadera del “Servicio de Acción Cívica” grupo especialistas en acciones encubiertas para el movimiento gaullista. KO Internacional también fue la empresa de seguridad personal de Jean-Marie Le Pen. En Mayo de 1981, con Erulin, Gotovina formó un comando para ayudar al editor Jean-Marie Mouchard, un íntimo de Le Pen cuyas oficinas de prensa se encontraban ocupadas por huelguistas del Comité General de Trabajadores.

Según los archivos policiales franceses, el nombre de Gotovina aparecía en las fichas policiales por robos en joyerías y extorsión. Gotovina y Erulin volaron a Latinoamérica, donde entrenaron a formaciones paramilitares de extrema derecha, sobre todo en Argentina, Chile, Colombia y Guatemala.

Durante un viaje a Francia es detenido y sentenciado en 1986 a cinco años de prisión. Sale al año siguiente, en circunstancias que demuestran que tenía protectores importantes.

En los 90 su rastro es encontrado en Paraguay. En el 91, en un bar en Iguac, su destino cambia para siempre. Allí conoce a algunos refugiados croatas que le hablan de las masacres de policías croatas en las afueras de Vukovar. En este momento, decide volver a su país de origen y ofrecer sus servicios como militar.


Allí se alista en la Guardia Nacional Croata, la primera organización que dará lugar al ejército croata. Fue un efectivo comandante y tenía una ventaja que tenían muy pocos soldados croatas: experiencia en combate. Luchó en Eslavonia Occidental y llamó el atención de sus superiores. En 1992, Gotovina fue ascendido a Brigadier, un cargo solo por debajo de Coronel.

El pasado de Gotovina era sabido por el Ministro de Defensa Gojko Susak y el Presidente Franjo Tudjman, pero prefirieron ignorarlo o pasarlo por alto ya que Gotovina les estaba prestando un precioso servicio en ese momento.

En este periodo, junto a Janko Bobetko y Anto Roso organizó la “Operación Maslenica” que restituyó la continuidad territorial de Croacia en Dalmacia.


En 1994, fue promocionado a General y asumió el mando del distrito militar de Split. Desde allí organizó la defensa de Livno y Tomislavgrad de las tropas serbo bosnias de Ratko Mladić. Lideró la conquista de Glamoč y Bosanko Grahovo lo que le permitió sitiar Knin, la capital de la autoproclamada República Serbia de Krajina.

Knin, hoy en dia.

Esto, aseguró las condiciones para el rápido éxito de la “Operación Tormenta” desarrollada en 3 dias (4, 5 y 6 de Agosto de 1995) en la que los croatas tomaron el mando de Knin, la que ellos llamaban “ciudad real” ya que fue la residencia de los reyes del estado medieval croata.

El Tribunal de La Haya demanda su detención.

En 2001, con una Croacia independiente y reconocida y con el Tribunal para la Antigua Yugoslavia de La Haya funcionando a pleno rendimiento, se dicta la orden de detención de Gotovina, posteriormente transmitida al ejército Croata. Antes de esa fecha y probablemente avisado por sus contactos, Gotovina rechazó la legitimidad del Tribunal y huyó con su pasaporte francés, renovado en la Embajada francesa, que no se opuso pese a que la acusación oficial era inminente. Desde ese momento comenzó la caza de Gotovina. La Corte de Zagreb emitió la orden de arresto. Estados Unidos ofreció por él una recompensa de 5 millones de dólares, y su nombre, apareció junto al de Radovan Karadzic y Ratko Mladic.


Por aquel momento, Croacia estaba administrada por el gobierno de centro izquierda de Ivica Racan, que temía que la captura de Gotovina tuviera graves consecuencias por parte de sus simpatizantes. Se dice que en los servicios secretos croatas, Gotovina tenía apoyos que le ayudaron a evadir la justicia.

En diciembre de 2003, Ivo Sanader, de la derecha croata, fue elegido Primer Ministro. Con él, el nacionalismo croata relajó su discurso e incluso consiguió el apoyo de la minoría serbia, pero lo mas importante fueron las pretensiones de Sanader de hacer de Croacia un miembro de la Unión Europea, y el precio era la entrega de Gotovina.

Con la elección de Sanader la caza fue considerablemente intensificada. El gobierno de Croacia, incluso juró que Gotovina no estaba en suelo croata. De todos modos no fue suficiente para la Unión Europea. En marzo de 2005 se pospusieron las negociaciones. Reino Unido, Holanda, Finlandia, Dinamarca y Suecia habían decidido: negociaciones no antes de extradición. Los del antiguo bloque Austro-Húngaro, llamados: Austria, Hungría y Eslovenia, no fueron lo suficientemente fuertes para cambiar la balanza.

Las fronteras croatas fueron tan intensamente controladas que la tasa de criminalidad descendió un 10 por ciento. Cada denuncia sobre el paradero de Gotovina, incluso las mas fantásticas fueron investigadas.

Finalmente, el Tribunal de La Haya confirmó la total cooperación de Croacia con la Corte. En el Tratado de Luxemburgo se resolvió comenzar las negociaciones para el ingreso de Croacia en un tratado en el que Austria ganó la admisión de Zagreb a cambio de renunciar a la oposición de negociaciones con Turquía.

Gotovina todavía estaba lejos. De todos modos, es sabido que Croacia lo localizó en España en Septiembre de 2005 pero no reveló esa información por razones de seguridad en ese momento. La escapada de 4 años del General Gotovina finalizó, un 8 de diciembre, en un lujoso hotel de las Islas Canarias mientras cenaba con un amigo.


Su huida crea reacciones contrariadas en Croacia

Los distintos puntos de vista hacia Gotovina dividieron a la sociedad croata. Muchos piensan en Gotovina como héroe de guerra y objetan la acusación de crímenes ya que son actos que se cometieron durante una guerra de independencia. Otros piensan que el progreso y el destino de Croacia depende mucho mas que la fe de un solo hombre, y se preguntan por que la entrega voluntaria a La Haya del General Ademi no fue seguida por Gotovina.

Durante la huida, Gotovina se convirtió en un icono en la cultura popular croata. Marko Perković y Miroslav Škoro, dos músicos conocidos por sus tendencias de derecha, compusieron letras implícitamente implorando la suerte y la huida del General. Ambas canciones se convirtieron en éxitos, especialmente entre la audiencia mas joven.



En 2001 el escritor Nenad Ivanković escribió Ratnik - pustolov i general (jedna biografija (Guerrero – aventurero y General (biografía). El cineasta Dejan Šorak escribió y dirigió Dva igrača s klupe (Two players from the bench) estrenada en 2005 cuyo argumento se inspiraba en los acontecimientos ocurridos en torno a la acusación de La Haya.


Two players from the bench

Gotovina posee popularidad en su país por varios factores, el mas obvio, que el general es visto como un héroe por algunos. Su fuga concuerda con el antiguo estereotipo de un rebelde fuera de la ley, una persona que desafía las distantes y tiránicas autoridades, en este caso las de La Haya, Bruselas, y otras capitales occidentales cuyos gobiernos demandan su arresto.

Este tipo de cultura del rebelde fugitivo es especialmente celebrada y fuerte en las regiones dinámicas como el interior de Dalmacia y las zonas vecinas pobladas por croatas en el Oeste de Herzegovina, y en general en todo los Balcanes. Otros croatas, a pesar de su condición regional, persuasión política o incluso actitud hacia las atrocidades de los tiempos de guerra ven la huida de Gotovina como un acto de desafío hacia la estabilidad política de Croacia.
Captura y extradición.

Cuando en diciembre de 2005 la policía española acabó con su huida en un hotel de Tenerife portaba un pasaporte croata con el nombre simulado de Kristijan Horvat. Contenía sellos fronterizos de varios países, entre los que se encontraban Argentina, Chile, Rusia, China, República Checa y Tahití. También se descubrió la suma de 12.000 € en su habitación.


Hotel Bitácora

Gotovina fue inmediatamente trasladado a Madrid y posteriormente extraditado a La Haya. En la acusación, Gotovina declaró que no era el hombre que se describía en cada uno de los cargos. Los medios de comunicación croatas han reportado que el gobierno de ese país contribuyó en los fondos para la defensa de Gotovina y que incluso descongeló las antiguas cuentas del general para asistencia financiera.

Junto a los serbios Radovan Karadzic y Ratko Mladic, todavía en paradero desconocido, Gotovina era uno de los criminales de guerra más buscados por la justicia internacional. Sin embargo, ni aun cuando todos los jefes políticos y militares serbios y croatas responsables de crímenes contra la humanidad estén sentados ante el Tribunal de La Haya podrá darse por concluida la lucha de las víctimas y de la justicia contra el genocidio de los Balcanes.

En estos momentos Gotovina se encuentra en La Haya para ser juzgado por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad (su juicio debía empezar en mayo pasado, pero se aplazó por problemas con los abogados de la defensa).

Junto al asedio de Sarajevo, la destrucción de Dubrovnik, la matanza de Srebrenica y la huída de los kosovares, la expulsión de los serbios de Krajina comandada por Ante Gotovina está considerado como uno de los episodios más infames de las guerras yugoslavas.

“Reconocer precipitadamente a Croacia traerá un desastre a los Balcanes” Con estas palabras, el secretario general de la ONU, el peruano Ernesto Pérez de Cuéllar, dirigía una carta urgente al canciller alemán Helmut Kohl a comienzos de 1991.

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