jueves, 17 de enero de 2008

Esto no es un adios

Tan solo es un hasta luego. Por ahora este blog, va a quedar inactivo. Probablemente, cuando viaje, vuelva a escribir aquí, pero por ahora, no voy a publicar ninguna entrada mas. ¿Y las razones? Muy sencillo, no puedo estar allí donde se produce la noticia, asi que tengo que escribir sobre las noticias de otros. Hay que documentarse, consultar varias fuentes, contrastarlas, seleccionar lo mejor y aportar algo nuevo y no es que me sienta perezoso o poco motivado para hacer esto, es que no me agrada nada la idea de multiplicar mentiras. Digo esto, por que es prácticamente imposible ser totalmente imparcial, y al hacer “prensa” de la propia prensa, estas incluyendo en tus escritos los errores, imprecisiones o puntos de vista de otros. No lo soporto. Volveré a escribir sobre política y sociedad cuando tenga acceso a la fuente.

¿Y por que no escribir sobre la política y la sociedad de España o Europa Occidental, a la que si tienes acceso? No se que pensará usted, querido lector, pero a mi, desde hace unos años, todo lo que pasa aquí me parece profundamente aburrido y falto de espíritu, casi tan insípido como la letra del himno español. Ponga un telediario de cualquier cadena, y verá a nuestros políticos en el Congreso, discutiendo en estado permanente sobre banderas, lenguas y naciones. A mi, me da la impresión de que nada grande y noble estamos haciendo, y que en vez de avanzar, estamos dando pasos atrás, cada vez mas fofos de cuerpo y mas blandos de espíritu.

Por lo demás, espero que este blog salga de vez en cuando en las búsquedas de google y que a alguien le sirva para conocer un poco más sobre la antigua Yugoslavia. Me quedo con ganas de escribir sobre “la siniestra implicación de Alemania y Austria en la independencia eslovena y croata” y sobre una película hindú titulada Kabul Express que recomiendo fehacientemente. Todo esto en otro momento. Por ahora, me quedo enganchado a la wikipedia, a la música y a la cocina, y… a alguna otra cosa, y para ti, vengas de donde vengas, un abrazo fuerte.

Hasta pronto. Salud, paz, amor y legalización.

miércoles, 2 de enero de 2008

El mediterráneo tal cual era

Esto es Croacia:


Y esto:



Y esto:



Precioso eh?




El lema para atraer al turismo: “Croacia, el mediterráneo tal cual era”.


Lo que imaginas entonces es que encontrarás un lugar como Ibiza en 1950, con bohemios, aristócratas excéntricos y una población local despreocupada que disfruta alegremente de la vida al sol entre huertos de tomates, cítricos, pescado fresco, pasta, buenos vinos, apasionados amoríos y el mar.



Allí todavía no se ha llegado al nivel de ocupación de la costa española. Alguna isla apartada de las rutas marítimas debe ser aún “el mediterráneo tal cual era”, pero lo cierto es que a día de hoy, la mayoría de los lugares están abarrotados, y un buen ejemplo de esto es Dubrovnik, con precios de capital europea y donde es mas fácil escuchar inglés e italiano que croata.

Slano es una pequeña localidad pesquera a unos 11 kilómetros de Dubrovnik. Nos habíamos informado un poco por Internet, en donde se decía que la bahía era perfecta para la navegación a vela y el pueblo, legendario entre los que practican este deporte.



Efectivamente era un lugar precioso, salvo por esto:

Este enorme bloque de hormigón es el hotel que están construyendo y que ha dejado el centro del pueblo sin playa ni paseo marítimo. Tal cual. Slano le da la espalda al mar y cede sus mejores terrenos al turismo masivo. La plaza del pueblo, que antes daba al mar, parece hoy en día la de una localidad de interior.

Comprendo que los habitantes vean al hotel y al turismo como la única posibilidad de desarrollo real. En Croacia, un sueldo medio es de 300 ó 400€ al mes y los precios sin ser altos, no son para tirar cohetes; en las zonas apartadas de las grandes ciudades no es tarea fácil conseguir un trabajo, pero los gobernantes, inversores y demás autoridades deberían demostrar mas sensibilidad y aprender algo de otras experiencias, como la de nuestro país, que hoy en día lamenta la corrupción, la especulación, la destrucción de medios naturales y demás males que el urbanismo salvaje nos ha traído.