miércoles, 10 de octubre de 2007

Los Balcanes (II). De Mostar a Sarajevo.

Viajar de Mostar a Sarajevo en un autobús bosnio es como volver a 1950. Como si estuvieras en una escena de Cuéntame, a la balcánica, la misma estación de Mostar se encuentra anclada en el tiempo.

En Bosnia no existen las autovías. La carretera de Mostar a Sarajevo, de un carril para cada sentido, discurre alrededor del turquesa río Neretva para después ascender por un inhóspito puerto de montaña. Se cuenta que por esa zona estaban los arsenales del ejército yugoslavo, caso de invasión extranjera, era una zona de fácil defensa para los locales y hostil y agreste para el ocupante. Durante el trayecto se podían ver multitud de pequeñas aldeas y pueblos colgados de las laderas de las montañas, y me vino a la mente que debieron sentirse extremadamente desamparados con los soldados de ambos bandos yendo y viniendo por dicha carretera. Quien sabe que ocurrió allí, ya que en la guerra vale todo.


En verano, además del tráfico local, denso por si mismo, hay que añadirle el de las caravanas de italianos, los alemanes con sus supercoches y los checos y húngaros un poco mas modestos. En varias ocasiones el autobús tuvo que frenar bruscamente para evitar los coches que adelantaban, y es que allí, entre las curvas, cambios de rasante y densidad de tráfico, pasar a un camión era tarea arriesgada.

A mitad de camino el bus para cinco minutos en un pueblo que parece vivir de sus restaurantes. A lo largo de todo él, hay terrazas de madera con fuentecillas, conducciones de agua y deliciosas vistas. Mucha gente para a comer ya que desde la carretera se puede ver una rueda de carro impulsada por la fuerza del agua con un corderillo dando vueltas sobre las brasas… Me he prometido volver con mas tiempo a este lugar.


Unas tres horas después se llega a Sarajevo y la primera impresión, todavía desde el autobús, es la de estar en una capital. Carreteras de varios sentidos, lujosos hoteles y edificios de espejos contrastan con los bloques de viviendas con boquetes de mortero y restos de metralla.


Estando sentados en la estación de autobuses un niño solitario, descalzo y vestido con harapos de unos 4 ó 5 años vino a pedirnos dinero. Le di un yogur para beber y se fue mas contento que un ocho. Esta imagen causó pesar en mí, pero es algo muy común por el centro de Sarajevo.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder tío,

Vaya pasada todo eso, cuando tenga la oportunidad me gustaría visitarlo.

Me mola como describes las cosas, hace que se venga a la cabeza imágenes como cuando lees un buen libro e imaginas como sera lo que el narrador cuenta. Las fotografías ayudan pero eso no debe ser nada en comparación con la sensación misma de estar allí presente.

Ciao

the_kemist dijo...

jeje, gracias por el comentario

Anónimo dijo...

Hola, en semana santa iré con unos amigos a Dubrovnik, y también queremos hacer una pequeña incursión de 1 día en Sarajevo.

Tengo varias dudas que me gustaría preguntarte.
- Cuanto se tarda desde la costa a Mostar y luego de Mostar a Sarajevo en coche? Es un poco más rápido que en bus.
- Supongo que no seguiste al norte hacia Banja Luka. Es que nos gustaría coger dirección Zagreb. Lo mismo, cuanto se podría tardar.
- Y ya último y no te molesto, sabes si se pueden pasar los coches de alquiler de Croacia a Bosnia?

Un saludo y felicidades por el blog.